Todos fracasamos de vez en cuando. Las derrotas y los logros se presentan en ciclos. No existe nadie que gane o pierda siempre. Las caídas eventuales están en la misma rueda de la vida, y fracasar no es señal de debilidad, sino de que la rueda gira hacia delante. El mal nunca es definitivo.
Los perdedores son quienes se abaten con un fracaso y no pueden reponerse, se levantan con más deseos de luchar, asimilando la lección, convencidos de que nada ni nadie podrá detenerlos...
Si tengo problemas, no bajaré la guardia ni me daré por vencido(a). Los pensamientos más perjudiciales son: creer que siempre me irá mal o que siempre me irá bien.
Todo cambia. Los tropezones en la vida son inevitables, pero me alegraré de ello; al caer se fortalecen mis músculos para extenderse después.
Aunque me haya ido mal, valgo mucho y mi vida tiene sentido. No existe condición externa que me convierta en perdedor o ganador. El éxito proviene de mi interior, depende de la forma en que interprete las caídas y me reponga de ella.
Cree en Tus Sueños y lucha por ellos... Nada ni nadie puede detenerte, Tú; Eres dueño(a) de tu propia vida, y de ti depende como la construyes.
;-) Ten confianza en las fuerzas de tu alma y corazón. ;-)
No hay comentarios:
Publicar un comentario